Protocolo de Kioto
En diciembre de 1997, 125 países reunidos en Kioto
(Japón) en la Tercera Conferencia de las Partes del Convenio Marco sobre Cambio
Climático firmaron un Protocolo. El objetivo fijado por el Protocolo es
intentar lograr que en el año 2012 y a nivel mundial, los niveles de emisión de
3 de los seis gases catalogados
como causantes del efecto invernadero (CO2,
CH4 y N2O), estén un 5,2% por
debajo de los niveles existentes en el año 1990, reducción que habrá de ser
efectiva en el periodo 2008-2012. Para los 3 restantes (HFC, PFC y SF6) el
año base es 1995.
Para la entrada en
vigor del Protocolo de Kioto, se requería su ratificación por un mínimo de 55
países que sumara el 55% de las emisiones a nivel mundial en el año 1990. Desde
1997 el camino para lograr la entrada en vigor del Protocolo ha sido complicado,
fundamentalmente por la negativa de EE UU (causante del 36% de las emisiones en
1990) y otros países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón a
ratificarlo. La posición ambigua de Rusia significó durante un tiempo el riesgo
del fracaso.
La Unión Europea
(responsable del 24,2% de las emisiones) ratificó el Protocolo el 30 de mayo de
2002. Ese mismo año ratificaron también el Protocolo Japón (junio), Canadá y
Nueva Zelanda (diciembre) y China, India y Brasil (agosto), aunque estos tres
últimos, como países en vías de desarrollo no están obligados a reducir sus
emisiones. Finalmente, Rusia ratificó también el protocolo en octubre de
2004, dando así luz verde al compromiso de Kioto.
Es un pacto firmado por los gobiernos en la
Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático celebrada en la ciudad japonesa
de Kioto en el año 1997.
Los firmantes de este Protocolo se comprometen a
reducir, entre los años 2008 y 2012, en un 5,2% por debajo de los resultados
de 1990, la cantidad de emisiones a la atmósfera de gases contaminantes que
emiten los países industrializados y que son los causantes del efecto
invernadero.
El Protocolo de Kioto entró en vigor oficialmente
el día 16 de febrero de 2005 a las 0.00 horas de Nueva York, 6.00 a.m. en
España en los 141 países que han ratificado el pacto. Entre las naciones
firmantes no se encuentran los EE UU, responsables de un 25% de las emisiones
de los gases contaminantes mundiales.
A día de hoy, las naciones que han
ratificado Kioto emiten el 61,5% de los gases de todo el planeta.
|
El propio Protocolo de Kioto señalaba que sólo
entraría en vigor 90 días después de que fuera ratificado por 55
países que supusieran el 55% de las emisiones contaminantes del
planeta.
Desde 1997, el Protocolo ha tropezado con
numerosos obstáculos. Uno de los más duros varapalos que sufrió el Protocolo
tuvo lugar cuando Australia anunció que tampoco ratificaría el compromiso,
igual que lo había hecho EE UU, cuando en la primavera de 2001 el nuevo
presidente de los norteamericanos, George W. Bush, anunció que su país no
ratificaría el instrumento, por el bien de la competitividad de sus
empresas.
Finalmente, el 18 de noviembre de 2004, Rusia
anunció que ratificaba el Protocolo de Kioto. 90 días después, el 16 de
febrero de 2005, entró en vigor.
|
Los limites fijados, no son iguales para todos
los países, ya que para fijarlos se tuvo en cuenta el nivel de desarrollo
energético de cada país y su nivel de contaminación pasada y presente.
De este modo a EE UU del 7%, a Canadá y Japón del
6%. A Australia, en cambio, se la permite un incremento del 8%.
A la Unión Europea se le exige una reducción del
8% (a los 15 países miembros antes del 1 de mayo de 2004) y según el reparto
interno de cuotas entre los socios, España puede aumentar sus emisiones un
15% con respecto a lo que emitía en el año 1990.
A los países que no tienen un desarrollo
energético, no se les impone un objetivo de reducción.
No obstante, los números están muy lejos de la
realidad. Para el conjunto de países del Anexo B se prevé que las
emisiones crezcan un 16% entre 1999 y 2010, mientras que Rusia, Ucrania y los
países del antiguo bloque oriental disminuirán sus emisiones en un 12% para
el 2010 respecto a 1990. Estas previsiones significan que estos países
deberán reducir sus emisiones anualmente en 770 millones de toneladas de
carbono equivalente, mientras que el antiguo bloque soviético tendrá un
exceso anual de 150 millones de toneladas de carbono en el año 2010, lo que
se conoce como " aire caliente" (hot air), regulado por el
artículo 17 del Protocolo de Kioto.
Tampoco la Unión Europea,
logrará cumplir los compromisos adquiridos en Kioto, pues las emisiones
aumentarán entre 1990 y 2010 un 6%, por lo que no se recortarán un 8%. Según
la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), entre 1990 y 1996 la Unión
Europea, en su conjunto, solo redujo sus emisiones de CO2 en un 1%. Y la situación
en España es todavía más complicada. Actualmente, España supera en
un 40% las emisiones que producían hace 15 años y el propio Ministerio de
Medio Ambiente ha advertido de las graves consecuencias que tendrá el cambio
climático en la Península Ibérica.
|
Kioto va a suponer la reducción de seis gases contaminantes catalogados como causantes del efecto
invernadero: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso
(N2O), compuestos hidrofluocarbonados (HFC), perfluorocarbono (PFC) y
hexafluorocarbono de azufre (SF6).
El año base se compone de las emisiones de 1990
de CO2, CH4 y N2O, y las emisiones de
1995 de los compuestos perfluorocarbonados (PFC), compuestos
hidrofluorocarbonados (HFC) y hexafluoruro de azufre). Al considerar como año
base 1995 para los gases PFC, HFC y SF6, en vez de 1990, según el
artículo 3.8 del Protocolo de Kioto, las emisiones del año base de los países
del Anexo I aumentan en un 1%, que es uno más de los varios agujeros pensados
para aminorar el esfuerzo doméstico. Los agujeros igualan o
superan a las reducciones requeridas en el marco del protocolo, y podrían
permitir a los países industrializados cumplirsus compromisos sin
apenas acciones en sus propios países.
El dióxido de carbono que se produce al quemar
combustibles fósiles es el factor que más influye en el cambio climático,
aunque también ayudan el metano -que proviene de los fertilizantes utilizados
en agricultura- y el óxido nitroso de los vehículos. Los otros tres gases
(hidrofluocarbono, perfluorocarbono y hexafluorocarbono de azufre) están
presentes en multitud de procesos industriales.
|
Con la entrada en vigor del Protocolo de Kioto,
se pone en marcha también en España el Plan Nacional de Asignación de
Emisiones, que permitirá emitir 513,6 toneladas de dióxido de carbono a 1066
instalaciones industriales españolas durante el primer periodo (2005-2007)
sin que tengan que pagar nada por ello. Pero si alguna de estas empresas
supera su tope permitido, deberá comprar nuevos derechos de emisión en el
mercado europeo.
|
Actualmente, España emite un 45% más de gases
contaminantes que en 1990, muy lejos del 15% máximo que deberá alcanzar en el
año 2008.
La Unión Europea ya advirtió hace dos años que 4
países (Dinarmarca, Italia, Portuga y España) se encontraban muy por encima
de las emisiones asignadas, reconociendo que tendrían serias dificultades
para acercarse a la cuota establecida.
De no alcanzar su objetivo, la UE podría aplicar
sanciones a España, aunque todavía no se ha especificado la cuantía de las
mismas. Por ello, el recurso que les queda a las empresas españolas es
comprar en el mercado de emisiones, excedentes de otros países.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario