domingo, 13 de mayo de 2012

Lectura


Sociología y medio ambiente


Las aglomeraciones urbanas constituyen ecosistemas peculiares donde predomina la especie humana, la ciudad es un sistema heterótrofo incompleto dependientes de la energía, los alimentos, las fibras el agua y otros animales. La superficie ecológica productiva requerida para sostener una ciudad es generalmente 100 veces el tamaño administrativo de esta ; este parasitismo urbano ha recibido el nombre de huella ecológica de la ciudad.
En los ecosistemas urbanos puede distinguirse la parte biótica y abiótica; la parte abiótica comprende los edificios para viviendas oficinas, fabricas, calles, mobiliario urbano, etc. Y en la parte biótica comprende los seres humanos y los animales, los parques, jardines y huertos.
Entre los flujos de entrada se clasifica el aire, e agua, la luz, la energía, la alimentación, las materia primas y productos humanos y otros bienes materiales; es decir lo que entra de manera artificial.
Los flujos naturales son la radiación solar, el oxigeno y el agua de lluvia o de la humedad atmosférica.
Los flujos de salida, la ciudad emite dióxido y monóxido de carbono, oxido de nitrógeno y azufre entre otros gases contaminantes, ozono.
La ciudad genera residuos clasificables en tres grandes clases 1) Los residuos solidos domésticos
2) Los residuos industriales 3) Los residuos líquidos.
Las crecientes aglomeraciones industriales por su parte producían una masa enorme de excremento humano potencialmente utilizable como abono natural  para la agricultura pero que a la vez planteaban problemas de salud.
Se entiende por agricultura urbana a la producción de alimentos que tiene lugar dentro del perímetro de las ciudades, se trata de cultivos a pequeña escala, además del autoconsumo familiar los productos de la agricultura urbana se destinan a los mercados locales y puestos callejeros, en crudo o elaborados.
Los residuos orgánicos domésticos se pueden reciclar muy fácilmente ya sea como abono o como alimento para el ganado.
El crecimiento de la población urbana genera necesidades crecientes  de transporte que aseguren los intercambios de materia  y energía entre las ciudades y áreas colonizadas por ellas , como fuente de alimentos, agua, materias primas y espacios de esparcimiento y como destino de los residuos.
La escases de agua en algunas ciudades y la elevación de su precio, empujan a los usuarios pobres a reutilizar muchas veces la misma agua con los correspondientes riesgos para la salud.

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