Síntesis de lecturas

Salvemos la tierra

Debemos afrontar esta verdad: lo que es posible para una minoría de seres humanos, aunque con gran costo simplemente es imposible para toda la humanidad. Nuestro progreso depende de lacerar la Tierra, de extraer sus riquezas, de arrancarle la piel, fuente de vida, que son el duelo y el bosque, de envenenar su aire puro, de contaminar su agua pura.

El crimen ecológico más atroz, es para cualquier generación, atacar tan gravemente el tejido de la vida que el daño producido sea literalmente irreversible para las generaciones siguientes.

El daño irreversible no consiste solo en la perdida de especies. Hábitats enteros se han perdido: una vez talados, antiguos bosques o arboledas solo pueden restaurarse en su anterior riqueza después de centenares de años.

Por suerte la mayor parte del daño ambiental es reversible. Se puede limpiar los ríos, renovar los edificios, rellenar la capa superior del suelo, plantar bosques. Con cuidado es posible restaurar hábitats enteros y devolver especies a su lugar apropiado. Pero tales actividades son poco más que medidas de mantenimiento, que alivian los peores síntomas del daño, pero no eliminan sus causas profundas.

 Las caras de la ecología

Todo empezó desde Aristóteles y su discípulo Teofrasto que realizaron sendos tratados sobre los seres vivos; el primero se dedicó a clasificar cientos de especies de plantas y animales, y el segundo escribió los primeros tratados botánicos que se consultaron hasta el Renacimiento. Por su parte los árabes experimentaron con las plantas, sus características y sus propiedades mientras en Europa se sumía en el Medievo.

Santo Tomas de Aquino y su propuesta de la teología natural para pasar directamente al siglo XVI a la época renacentista, cuando zoólogos y botánicos retomaron los trabajos de los científicos grecolatinos y volvieron a estudiar y reclasificar especies.

Biotecenosis o comunidad ecológica (según Wallace y Möbius): conjunto de organismos de distintas especies que habitan un mismo espacio físico.

Ecosistema (según Tansley): Organismos vivientes que conviven en un lugar y sus componentes físicos: aire, agua, sol, etc.